El envejecimiento del titanio de los implantes dentales

Descubre los cambios físico-químicos que se llevan a cabo con el paso del tiempo en los implantes dentales

A partir de 1965 y el descubrimiento de la osteointegración por el Dr. Branemark, las casas comerciales de implantes han desarrollado diversos cambios morfológicos y fisicoquímicos de los implantes con el objetivo de mejorar la calidad y disminuir el tiempo de osteointegración de los mismos.

Sin embargo, se ha observado que desde el año 2000 no se ha demostrado un gran desarrollo en cuanto a tecnología en sus superficies y siguen existiendo diversas contradicciones para su colocación; por ejemplo en pacientes inmunosuprimidos o sistémicamente comprometidos. De igual manera, queremos prevenir la reducción ósea con el tiempo, prevenir que intervenciones extrínsecas comprometan el éxito de nuestros implantes y reducir el tiempo de cicatrización. 

Es por esto que investigadores como el Dr. Ogawa, a parte de conocer la osteointegración, se han dedicado a  investigarla a detalle, conocer sus deficiencias, al igual que los factores que influyen de forma negativa, todo con el objetivo de mejorar la calidad de osteointegración. Desde hace más de 10 años, el Dr. Ogawa en la Universidad de California Los Ángeles (UCLA), se encuentra investigando los diferentes cambios morfológicos y físico químicos que pueden lograr una osteointegración de mejor calidad.

Sus estudios histológicos han mostrado que en una “osteointegración exitosa” con buena estabilidad consiste de tan solo 45-65% de contacto hueso-implante, lo que deja al implante no solo integrado a hueso sino a tejido fibroso y tejido blando. Este concepto nos pone a pensar si incrementando el porcentaje de osteointegración en un implante (obteniendo mayor retención biológica), podemos mejorar la calidad de osteointegración, haciendo la colocación de implantes posible para cualquier paciente.

 

Para esto, se han demostrado 3 cambios que sufre naturalmente el titanio en los implantes dentales que disminuye drásticamente el reclutamiento, adhesión, fluidez y retención de la sangre, células osteoprogenitoras, y proteínas, provocando la formación de tejido fibroso y blando alrededor del implante.

Los cambios Físico-Químicos que se llevan a cabo son:

1. El acúmulo del carbono en la superficie del titanio

Los hidrocarburos son moléculas de materia orgánica que inevitablemente se encuentran en el ambiente. Estos son fácilmente atraídos a la superficie del implante durante el proceso de fabricación y empaquetamiento. Se ha demostrado que a partir de la cuarta semana de empaquetamiento, la superficie del implante se encuentra recubierta de un 60% de carbono sin importar el tratado de superficie que este contenga. En pocas palabras le quitamos la esterilidad a nuestro implante.

2. El cambio de carga electrostática del implante

Sabemos que las células sanguíneas y osteoprogenitoras que queremos reclutar y retener para una estabilidad inicial del implante son de carga electrostática negativa. Es por esto que inicialmente los implantes son fabricados con una carga positiva, pero con el acumulo del carbono alrededor de la superficie del implante, su carga cambia de ser positiva a ser negativa. Este concepto nos lleva al siguiente punto…

3. Una superficie hidrofóbica

En el momento en que nuestro implante y la sangre contienen la misma carga electrostática, nuestro implante se vuelve hidrofóbico a nuestras células osteoprogenitoras, impidiendo su retención inicial. Esta situación es especialmente importante tener en cuenta cuando se coloca cualquier tipo de material biológico junto con el implante, ya que el material biológico se quedará con la mayor parte del aporte sanguíneo.

Existen tres causas del cambio físico químico que sufren naturalmente todos los implantes sin importar el tipo de superficie: su acúmulo de carbono, el cambio de carga electrostática y su hidrofobicidad. Este cambio o “envejecimiento” ocurre desde el momento que el implante es fabricado y empaquetado hasta que es colocado. Estos cambios causan una falta de fluidez, adhesión y retención de sangre, células osteoprogenitoras y proteínas. En este trabajo de investigación se observó que un implante “exitosamente osteointegrado” consiste de un contacto hueso-implante de tan solo el 45-60%, mientras el 40-55% se encuentra conformado por tejido fibroso y tejido blando.

Se identificó que este envejecimiento se desarrolla hasta un 50% a partir de la cuarta semana de empaquetamiento del implante.

Sophia Matthews

Especialista de contenido

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