Tipos de injertos óseos en odontología y 4 factores importantes para la osteointegración exitosa

Al realizar extracciones dentales se produce una pérdida ósea del hueso alveolar de aproximadamente 40-60% en los primeros 3 años y esto continúa a lo largo de la vida.

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Tipos de injertos óseos en odontología y factores importantes para la osteointegración exitosa.
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Tipos de injertos óseos en odontología: al realizar extracciones dentales se produce una pérdida ósea del hueso alveolar de aproximadamente 40-60% en los primeros  3 años y esto continúa a lo largo de la vida. Siendo el objetivo de la implantología proporcionar a los pacientes un tratamiento predecible, estético y funcionalmente satisfactorio, con un bajo riesgo de complicaciones, es necesario contar con una cantidad adecuada de hueso alrededor de la superficie del implante para obtener éxito a largo plazo.

Si la extracción que se realizó fue traumática (perdiendo 1 o más paredes) y se tiene planeado colocar un implante se deberán usar materiales que ayuden al organismo a repararse para que no exista una atrofia del periodonto.

PROPIEDADES DE LOS INJERTOS ÓSEOS

Tipos de injertos óseos en odontología y factores importantes para la osteointegración exitosa.

Ya que el tener un reborde adecuado es un factor importante para tener un mayor éxito en la rehabilitación de las arcadas dentarias, el paciente que presente una atrofia alveolar va a requerir alguna técnica de aumento óseo previo a cualquier tratamiento protésico como son: injertos libres de encía, injertos de tejido conectivo subepitelial, de distracción osteogénica y técnicas de regeneración ósea guiada (ROG) con membranas de barrera. Los injertos tienen distintas propiedades las cuales son la osteogénesis, osteoinducción y la osteoconducción.

La osteogénesis tiene la capacidad de desencadenar la formación ósea ya que contiene osteoblastos y células precursoras de osteoblastos; la osteoinducción emplea factores de crecimiento apropiados o células madre osteoprogenitoras para así estimular la formación de hueso nuevo. Por último, la osteoconducción sirve como andamio para la migración y crecimiento de células óseas.

CLASIFICACIÓN GENERAL DE LOS INJERTOS

Los tipos de injertos que se utilizan en la ROG se deben elegir dependiendo sus características y el tipo de procedimiento que se realice. Estos los podemos clasificar en: autoinjertos, alonjertos, xenoinjertos, isoinjertos y aloplásticos.

Autoinjertos: Se obtienen del mismo individuo, tiene las tres propiedades considerándose el “Gold Standard”, no existe riesgo de rechazo o de histocompatibilidad, se elimina el riesgo de transmisión de enfermedades, se necesita una segunda intervención de la zona donadora y es de disponibilidad limitada.

 

Aloinjertos: Se obtienen de diferentes individuos de la misma especie, tienen propiedades de osteoinducción y osteoconducción; probable osteogénesis y no requiere de una segunda intervención. Existe probabilidad de transmisión de enfermedades siendo rara ésta.

 

Xenoinjertos: Se obtiene de diferentes especies, tiene propiedad de osteoconducción y no requiere de una segunda intervención quirúrgica. Existe posibilidad transmisión de enfermedades y es de reabsorción lenta.

 

Isoinjertos: Se obtienen de individuos genéticamente idénticos, teniendo las mismas propiedades que el autoinjerto, pero con riesgo de rechazo o histocompatibilidad. Podría existir transmisión de enfermedades.

 

Aloplásticos: Son de origen sintético, proporcionan osteoconducción, no existe riesgo de transmisión de enfermedades y no requiere una segunda intervención quirúrgica, siendo estos los que tienen una tasa de reabsorción más lenta.

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REQUISITOS PARA UNA OSTEOINTEGRACIÓN EXITOSA

 

Para la integración exitosa del injerto a colocar tomaremos en cuenta los siguientes puntos:

 

El cierre de la herida y tipo de cicatrización es uno de los primeros factores a considerar para la integración del injerto. La cicatrización de primera intención se consigue cuando los bordes de la herida se colocan en la posición original.

De lo contrario, en la cicatrización de segunda intención se observa que los bordes de la herida no se aproximan perfectamente, ocasionando una cicatriz de tejido fibroso, siendo el proceso de cicatrización más lento. Aunque el segundo es más común, en la técnica de regeneración ósea guiada, la cicatrización de primera intención es requerida. Este requerimiento se debe a que la herida será menos susceptible a bacterias o fallas mecánicas, así como la cicatrización mas rápida y menos dolorosa.

La angiogénesis tiene importancia en el proceso de remodelación debido a que la superficie del implante provee una plataforma para la formación del coágulo. De igual manera, la adición de hueso y membrana crean el medio para que el hueso libere proteínas morfogenéticas.

Con ayuda de estas proteínas se forma desde el primer día el coágulo alrededor del implante seguido de la formación de tejido de granulación. Posteriormente, se formará el tejido osteoide, seguido de la maduración del tejido óseo. La maduración ocurre en aproximadamente 6 a 9 meses ya que la cicatrización alrededor del implante es similar a cualquier otra parte de la cavidad oral. Sin embargo, algunos autores proponen que si se hace un cribado óseo ayudamos a una formación de vasos sanguíneos. Misch propone el uso de decorticación para mejorar la regeneración ósea en lingual y bucal siendo de 2 a 10 veces mayor a lo normal.

La creación y/o mantenimiento del espacio nos habla de proveer un espacio adecuado para una regeneración ósea ya que es uno de los principios de la regeneración ósea guiada. El espacio que se forma en un alveolo postextracción y la colocación del implante provee un medio ideal para la estabilización del coágulo y una subsecuente osteogénesis.

Si el defecto óseo es grande y se requiere regenerar una cavidad o alguna pared ósea es importante colocar una membrana que puede ser de materiales absorbibles o no reabsorbibles, como el uso de injertos en bloque con tornillos o pines para obtener mejores resultados.

La estabilidad tanto del coágulo sanguíneo inicial como de la fijación del implante se refiere a la exclusión de células no deseadas en la zona de reparación que ayuda a fijar el coágulo ayudando a que ocurra una estabilización primaria del implante; de esta manera se obtiene una regeneración exitosa y duradera. De lo contrario, si llega a existir alguna inestabilidad en el implante dentro del hueso durante su formación, este creará una encapsulación fibrosa del implante y por ende el fracaso de este.

CONCLUSIÓN

Es importante que los profesionales de la salud antes de realizar cualquier tratamiento quirúrgico de opciones de tratamiento, platicar y convencer al paciente que debe colocarse algún tipo de injerto para que el tejido periodontal no colapse y no se pierda la estética que el paciente puede llegar a notar en años subsiguientes. Para ello, se requiere conocer los tipos de injertos óseos disponibles, sus propiedades, sus indicaciones y contraindicaciones.

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Sophia Mattews

Especialista de contenido

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